lunes, 20 de mayo de 2013

LEYENDAS DEL BASKET DEL REAL MADRID (1): PEDRO FERRÁNDIZ, EL GENIO REVOLUCIONARIO

PEDRO FERRÁNDIZ: EL GENIO REVOLUCIONARIO


Nacido en 1928, la vida de este alicantino está llena de acontecimientos singulares, hechos memorables, ocurrencias sensacionales y ricas anécdotas que darían espacio para un libro sumamente divertido y revelador de su personalidad arrolladora y única. Llegó a Madrid sin ser nada ni nadie, como él ha sabido reconocer humildemente, y ha sido todo, excepto árbitro, en el deporte de la canasta: jugador, entrenador, director técnico, directivo y, sobre todo, acaparador de títulos y trofeos. Sus cifras son escalofriantes e inigualables: durante los 13 años que dirigió al primer equipo del Real Madrid, durante tres etapas ( temporadas 1959-60 a 61-62; temporada 1964-65 y temporada 1966-67 hasta la 74-75), consiguió 12 Ligas, 11 Copas de España, 4 Copas de Europa, 3 subcampeonatos de Europa y 7 Torneos de Navidad. Además, anteriormente había sido campeón de España en las categorías infantil, juvenil, junior y escolar, demostrando su valía desde sus inicios.

Personaje polémico y genial, odiado y admirado a partes iguales pero siempre respetado y temido, Pedro Ferrándiz consiguió -y a esto me refiero en que es irrepetible y único- con sus decisiones originales, inteligentes y llenas de esa locura sutil que sólo tienen los elegidos, cambiar reglamentos, tácticas intocables y puntos de vista poco menos que sagrados en aquella época. Así, en los años 50, los hombres altos jugaban atrás, de defensas, y los más bajos adelante, al ser sus movimientos más rápidos. Ferrándiz, que entonces entrenaba en las categorías inferiores del Madrid, lo cambió todo colocando a los altos como pívots y a los bajos ordenando el juego. También, prohibió la zona en sus equipos (único tipo de defensa en aquellos años) e impuso la defensa individual, lo que le dio muchos triunfos y permitió, a la vez, el progreso del baloncesto. Otra decisión muy polémica la tomó dirigiendo al juvenil del Real Madrid: en un partido del campeonato provincial, cuando su equipo se puso por delante en el marcador a falta de 14 minutos, ordenó a sus jugadores retener el balón y no intentar marcar un solo punto más ya que la posesión, entonces, era indefinida. Ganó el partido y la repercusión fue enorme. recibiendo críticas muy duras. Desde entonces, la denominación de persona conflictiva nunca se separó de él.

A destacar, algo que ha quedado en la memoria colectiva y que ha pasado a la historia del baloncesto como un hecho singular, siendo la demostración palpable de su genialidad sin parangón, obligando a la FIBA a cambiar el reglamento de la Copa de Europa: la mítica y célebre autocanasta de Alocén. Eran los octavos de final (18 de enero de 1962) frente al Ignis de Varese, partido de ida, y él mismo lo cuenta así: "...La situación era desesperada. Si se empataba aquel encuentro debía jugarse una prórroga y mis hombres estaban cargados de faltas o eliminados... A dos segundos del final nos empataron. Pedí tiempo muerto y ordené a Alocén que metiera una canasta contra nosotros mismos para evitar la prórroga...perdimos 82-80".  El público, que al principio celebró la autocanasta,  se dio cuenta después y lanzó toda clase de objetos. La FIBA prohibió, a partir de entonces, la autocanasta bajo multa de 1.000 dólares y expulsión de dos años. El Madrid remontó la vuelta y Ferrándiz había realizado un mate en las narices de la FIBA. Una vez más, el más listo e inteligente.

Primer entrenador en conseguir doblegar al entonces inaccesible y todopoderoso gigante ruso de los años 60, número uno de su promoción al obtener el título de entrenador nacional en 1951, primer profesor de baloncesto del INEF, Ferrándiz también puede presumir de ser el pionero en viajar a Estados Unidos y traerse grandes jugadores, que han marcado una época en el baloncesto español: Luyk, Brabender, Burgess, Aiken, Walter y Hightower. Con el último tuvo que lidiar y resolver una queja formal de la Embajada estadounidense, por los medios empleados para el fichaje. Y todo ello sin saber inglés. ¡Qué monstruo!

Retirado en 1975, con sólo 47 años, por decisión propia y en el momento más álgido de su carrera, empachado de títulos, triunfos y gloria, designó como su sucesor -otro caso sin igual- a Lolo Sáinz. Entonces, el Barcelona, al que había destrozado y humillado en su etapa como entrenador del Madrid, llamó a su puerta y Ferrándiz zanjó el asunto de la siguiente manera: "A la semana de haber dejado el Real Madrid me llamó por teléfono Ciurana, un directivo del Barcelona, para ofrecerme una cantidad astronómica, contestándole que si eso era al mes o al año. Me colgó el teléfono y nunca más supe de él". El genio seguía haciendo de las suyas.

Aunque retirado como entrenador, lo suyo ha sido y es dirigir, pensar y crear: en 1977 funda la Asociación Mundial de Entrenadores, con 1.300 técnicos de todo el mundo, siendo su primer presidente. Tras un fugaz regreso al Real Madrid como directivo, en mayo de 1991 crea la Fundación Pedro Ferrándiz, el mayor centro de investigación y documentación del baloncesto, con sede en Alcobendas y que alberga la mayor biblioteca del mundo dedicada al baloncesto, difundiendo su cultura.

Por último, mencionar su entrada en el Hall of Fame de Springfield en 2007 y un sinfín de condecoraciones y medallas, más de 40 entre deportivas y civiles, que permiten asegurar, con lo anteriormente mencionado y sin miedo a equivocarse, que es la persona más importante que ha dado el baloncesto español y, quizás, el baloncesto FIBA. Sirva este artículo como modesto homenaje y reconocimiento a ésta auténtica enciclopedia viviente, a la figura mítica y legendaria que es Pedro Ferrándiz.


José Quijada Rubira.

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